viernes, 31 de enero de 2014

Feliz Cumple Guate :3

Hace algunos meses, exactamente para las fiestas patrias del año pasado, tuvimos una tarea en la clase, escribir sobre Guatemala en nuestro proyecto de ventana. Rápidamente yo pensé, jamás he escrito de Guatemala, pero no pierdo nada con intentarlo. Muchas ideas pasaron por mi mente, queriendo encajar pero no encontrando un lugar fijo como el agua que corre entre las piedras.

Después de pensarlo por un par de minutos esto fue lo que escribí:

"Guatemala ¿Qué es Guatemala? Es más que símbolos patrios, es más que un Quetzal o una Monja Blanca. Guatemala es mucho más, es la patria que me vio nacer y crecer. Es un lugar hermoso y especial. Una patria que me ha brindado tantas emociones y experiencias. El lugar en donde viví, vivo, viviré y moriré. Guatemala, un país al que considero más que perfecto y al cual llevo en mi corazón.
¡Feliz cumple Guatemala! "

Mi nombre al final de la hoja se encontraba, me sentía orgulloso de mi mismo, ¿yo escribí eso?, claro que lo hice. Solo quise demostrar que Guatemala es hermosa, somos chapines y amamos a Guatemala. Quizás esta entrada se encuentre fuera de época, pero es una de esas ideas perdidas que se encuentran de repente; algo así como una oportunidad que la debes de tomar en el momento preciso.

Hoy solo me queda decir que gracias a Guatemala, soy lo que soy, la cultura, la tradición y la ideología entre otros, son factores que me han llevado a creer que Guatemala es el país más hermoso del mundo y que no pude haber nacido en mejor lugar.


Flappy Bird - Un juego imposible


Lo hemos hecho casi todos en los videojuegos. Vencer a tus amigos y humillarlos, para ser el mejor entre ellos y así tener una especie de “renombre”. Sobrevivir a una invasión zombie, jugar fútbol callejero, deportes extremos, hacer tareas a última hora, hablarle a tu Crush, cosas muy difíciles pero nada absolutamente nada de eso se compara con romper tu puntaje personal, en Flappy Bird. Este juego para iPhone, iPad y otros smartphones es tan intenso que, literalmente te desconectas del mundo mientras estás jugando, y cuando ese pobre pájaro desafortunado (yo le llamaría endemoniado) muere, la adrenalina es una locura, tu estado de ánimo depende de ese juego al que yo dulcemente decidí llamar el juego más difícil, adictivo y frustrante del mundo. 

Pareciera que el juego está hecho para que pierdas, un mal movimiento genera la muerte del pajarito 
L. Empecé a jugarlo aproximadamente 4 días, para ese entonces ya era Tendencia mundial en twitter, no posee buenas gráficas, ni siquiera plataformas o “mundos” solo es una monotonía representada en un pájaro volando a través de una tubería que pareciera atraer al pájaro.  Puedes jugarlo en cualquier momento: comiendo, viendo tv, haciendo tareas (ahora mismo lo hago) y jamás podrás parar, siempre intentarás vencer tu puntaje más alto.

Lo mejor del juego es vencerte a ti mismo, mi puntaje más alto lo obtuve durante mi clase de inglés, fue un momento en el que todos en la clase se encontraban jugando Flappy Bird , yo lo único que hice fue celebrar y decirle a un amigo, el cual se enojó, debido a la envidia. :D
Pasé de un pobre puntaje de 18 a uno de 44 puntos. Nada mal, por el momento seguiré jugando esperando que pueda superarme. 

Una de las experiencias más difíciles en mi vida

Hace unos meses mientras me encontraba de vacaciones mi padre decidió que yo hiciera algo productivo. El motivo por el que dijo esto fue porque él estaba aburrido de verme todo el día en la casa haciendo absolutamente nada, es decir jugando videojuegos, durmiendo o viendo televisión.

Entonces se le ocurrió la brillante idea de enviarme durante 3 horas al día al gimnasio. Este gimnasio era de una reconocida cadena de gimnasios (Scandinavia Gym) el cuál poseía instalaciones que podrían considerarse de lujo: máquinas en perfecto estado, equipo muy bueno, entrenadore
s, sauna, piscina, clases privadas según elección; en fin a lo que voy es que el gimnasio era buenísimo.
El primer día fue algo nuevo para mí, el entrenador (que tiempo después se convirtió en mi amigo) me puso una rutina, muy fuerte para la condición que poseía. Solo recuerdo que mis brazos se entumecieron y que pasé con dolor durante bastante tiempo.
Ya pasado el tiempo, yo ya tenía rutina fija, piscina dos veces a la semana trabajo cardiovascular, un poco de todo. Pero no sé, yo sentía que algo me hacía falta y pues ¡al fin lo encontré!
Tenía varios amigos en el gimnasio, que asistían en el mismo horario que yo. Carlos, un estudiante universitario me comentó sobre las clases que impartía el gimnasio, y me hablo de algo que jamás había escuchado: TRX Suspension Training.
Según Wikipedia:
El entrenamiento en suspensión o TRX es una forma de 
ejercicio físico funcional, que se lleva a cabo con un arnés en suspensión (sistema de cables y cintas) sujeto por un punto de anclaje, este es ajustable y no elástico, del punto de anclaje salen dos cuerdas con agarres mediante las cuales se realizan los movimientos. Este entrenamiento permite realizar ejercicios multidimensionales, útiles, eficaces y seguros con el propio peso corporal y la fuerza de la gravedad, que desarrollan la fuerza y al mismo tiempo mejora la flexibilidad, equilibrio y la estabilidad de la parte central del cuerpo.

Según mi mentalidad: Conjunto de ejercicios físicos que buscan fortalecerte, poniéndote a prueba física y mentalmente. En otras palabras: “La hora más difícil del día, en la cuál sufres y lo único que quieres es morir”.

Quizás mi descripción del TRX no sea apropiada o correcta pero es lo que sentí, en resumen: El calentamiento es hacer algo parecido a “suicidios o parrillas” sientes que tus piernas y tu diafragma queman como mil soles, no exagero. Luego continuamos según el día con un ejercicio específico, lo peor fue trabajar abdomen. Con ayuda de las cintas que cuelgan, el instructor crea y adapta el ejercicio, fortaleciendo así tu cuerpo y poniéndote a prueba. “Sientes que vas a morir de cansancio”.

Sin duda alguna una de las experiencias más fuertes de mi vida, ya que a pesar de que la clase duraba una hora, yo sentía que eran décadas. Esfuerzo, cansancio, fortaleza, y otros factores influyen en el desarrollo de la clase, y claro todo esto te ayuda en serio. Si tuviera la oportunidad lo haría otra vez, ya que me gustan los retos. Por cierto, casi olvido mencionar que en todo ejercicio se debe tener un descanso, bueno el descanso era trabajar en máquinas que se encontraban alrededor del área de trabajo, ¡sí! Hacer pesas, trabajar brazos o piernas, y esto es solo el descanso.



domingo, 26 de enero de 2014

Recordando de donde vengo


Muchos pensarán: “este cuate solo de fútbol habla”. Incluso yo a veces lo pienso, pero luego recapacito y me digo: “Mi blog se llama Mi vida mi fantasía mi realidad, y pues el fútbol es mi vida, empezó como una fantasía y ahora es una realidad”


Fútbol: 6 letras, una palabra, un sentimiento, millones de almas suspirando y hoy en día algo indispensable para mí.
Quisiera hacer alusión a un texto de un tal “
mathi_nob” que encontré hace algunos días mientras me encontraba en clase, el aburrimiento y mi siempre abierta mente, y por abierta me refiero a que solo pienso en fútbol y en mujeres claro está, pero antes que todo el fútbol.
“El fútbol es un estilo de vida. Tierra y piedras. El entrenamiento terminó, parado con el bolsón bajo el brazo uno se detiene un momento y se queda mirando la cancha, tierra, piedras, pasto, el lugar donde jugamos. Esa tierra y esas piedras donde alguna vez nos caímos y nos raspamos las rodillas, las caderas, los codos, las manos. Esa tierra y esas piedritas que nos quedaban adentro de los zapatos y nos molestaba durante el partido. La tierra que hizo que ensuciemos toda la casa y escuchar a mamá decir, ¡Sácate los zapatos y las medias afuera y vas directo a la ducha! ¿Qué es lo que nos da la fuerza cada año para arrancar un campeonato? 

“Los domingos me gusta dormir “ te dicen todos. “No estamos nunca juntos”  te dice tu novia. “Pensá en estudiar y trabajar te” dicen tus parientes. Entonces piensas por dentro y sonreís… ¿qué saben ellos de lo que significa el fútbol para ti?...”
Como si fuera cosa fácil hablar de fútbol, como si se tratara de un juguete, sabiendo que es una de las cosas más importantes de mi vida, y existe hoy en día mucha gente que dice “es solo fútbol” o “son una bola de inútiles corriendo tras un balón”. Al pensar en estas opiniones yo sonrío, al saber que existen personas ignorantes, personas que no saben lo hermoso que es “humillar” al adversario al hacer una jugada de fantasía que a veces ni tú mismo sabes como la hiciste, al saber que hay personas que jamás han gritado la palabra ¡GOL! Con todas sus fuerzas. 

En ocasiones anteriores he hablado del fútbol pero me gustaría analizar, o expresar mi vida mediante el texto citado. No recuerdo el momento en el que empecé a jugar, quizás tenía 6 o 7 años cuando mi padre me regaló un balón de fútbol, yo simplemente me sentía feliz. ¿Entrenar? Para mí eso no existió jamás, hubiera deseado tener uno de esos padres que se mueren por que su hijo sea futbolista y haber estado en alguna academia de fútbol de prestigio, pero jamás fue así, mi mejor entrenamiento fue la calle.  Recuerdo cuando mi madre me regañaba por llegar con la ropa llena de lodo, recuerdo la sangre escurriendo por mis rodillas y codos, recuerdo haber ganado un trofeo, tenía tan solo 11 años, luego todo se fue dando. Otro trofeo, ganar el primer lugar en 6to primaria. Luego seguir  “entrenando” sin la falta de los raspones y del inoportuno cansancio que azota a todo jugador. Una que otra lesión, nada grave para un niño.



De pronto te encuentras en un punto en el cuál no sabes cómo ni cuándo ni por qué juegas fútbol, quizás porque es tu vida o tu pasión. Simplemente era un pasatiempo para mí. Jugar con tus amigos e ir por más, ganar un par de trofeos más, ser goleador y campeón, nada mal ¿eh? Seguir creciendo, y junto con tu estatura y edad, tu conocimiento y habilidad, tu agilidad y fuerza, esa garra que te hace dar todo cuando juegas fútbol, siempre y cuando tú quieras. Ser campeón otra y otra vez. Todo esto tuvo sus desventajas, era fútbol reducido e hizo que yo no tuviera visión de juego y no tuviera fuerza, cosa que estoy lamentando en estos momentos. A pesar de eso, hizo que desarrollara el dominio del balón, con el cuál he llegado a hacer trucos con el balón, que quizás no sean de los mejores y/o de los más difíciles; pero que no todos pueden hacerlos.


Cambiar de ambiente, mi primer entreno y con zapatos de fútbol (tacos), junto a personas con experiencia, ser delantero y anotar uno que otro gol, falta de capacidad, algunas veces gloría y otras decepción y humillación. Al final ser campeones y celebrar. Seguir jugando en la calle, ahora es un torneo de barrio, 10 equipos un campeón, un goleador, fui ese goleador. 45 goles en 8 partidos, claro era papi-fútbol, pero fui feliz.


Y olvidar todo por el fútbol incluso a tu novia, la cual te dice: “el amor de tu vida es la pelota”, y tú sonríes sabiendo que tratas mejor a la pelota que a tu novia misma. Entonces llegas a un nuevo mundo, otra vida, otros retos, y fracasas, te das cuenta de que tanta gloria no es buena cuando llegas a un mundo en el cuál hay más talento del que tú tienes. Pero francamente no me arrepiento, y voltear a ver y saber que empezaste desde el fondo del abismo y ahora te encuentras a media cumbre. Y ser feliz con lo que tienes y agradecer a Dios por lo que te ha dado y por lo que no.

Pienso que todo lo que he dicho es algo raro, y quizás alguien me entenderá o quizás no, pero yo no escribo para “ustedes” yo escribo para mí. Soy jugador pero no de profesión, lo hago como decimos con mis amigos “por amor al arte” no por dinero, porque eso es lo que el fútbol es, arte y nada más. No soy un “crack” jugando fútbol, pero no soy un estorbo dentro del terreno de juego. Mi mentalidad es: ser feliz, agradecer a Dios y jugar fútbol como siempre lo he hecho, con el corazón.

Se despide un futbolista por pasión y no por ´profesión.