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Yo jugaba en los campos del Roosevelt, jugaba como delantero, claro no era el mejor, pero no olvidaré la sensación de anotar.
Empecemos recordando mis primeros pasos en el fútbol, claro no era un crack jugando pero yo tenía el deseo de hacerlo, mi amigo Jose Andrés y yo fuimos a Aspire Football Dreams, buscando jugar un poco e incursionar en el deporte, pero yo jamás había jugado fútbol 11, es decir en un campo grande de 11 jugadores contra 11. ¿Yo? ¿Fútbol 11? Recordé entonces que mi papá quiso involucrarme en el deporte desde niño, pues él siempre ha sido un fanático y gracias a él es que yo amo el fútbol.
En fin, asistí a un entreno de Aspire Football Dreams en el cuál un entrenador nos ofreció a mi amigo y a la oportunidad de jugar en un equipo llamado Club Atlético Nacional, número de Camisola: 26. Mi primer juego fue en Chiquimulilla, Santa Rosa. Pero no sé cómo, ni cuando, solo sé que pasó. Un domingo jugando contra un equipo X, el equipo iba perdiendo por un marcador mínimo, condiciones ideales para que anotara cualquier jugador y salvar al equipo.
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Entonces me encontraba corriendo, el equipo tenía la posesión del balón, abren por la izquierda con Cristian, un jugador clave que le levantaba la moral al equipo, se perfila y me vio entonces, yo corrí entre los defensas el hizo un pase desde medio campo, un pase justo para mí. Me escabullí por entre los defensas y el portero salió al ver la posibilidad de alcanzar el balón y atraparlo en el aire, para mi fortuna le gané la espalda a los defensas y con un simple toque desacomodé a la defensa y al portero mismo, la portería libre, el portero vencido y yo había abierto la jugada hacia la izquierda, con dos toques más me acomodé para disparar al marco, no me sentí seguro de mi potencial así que quise asegurar el gol, conduje el balón por dos metros más por lo menos. Y disparé, con una barrida fallida del defensa y la mirada de incredulidad del portero, el balón se fue raso y entró en la portería.
Y me sentí feliz, uno de los mejores momentos de mi vida, ese día ganamos el partido con una remontada que no se da todos los días, encaminando el equipo a la victoria. Recuerdo un “Bien hecho” de mi entrenador, esto me inspiró a seguir adelante.
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