domingo, 23 de febrero de 2014

Un día Épico

Todo parecía ser normal, otro fin de semana común y corriente, pero afortunadamente no fue así.

Sábado 6 a.m. mi alarma sonó como por arte de magia ya que sin ser programada se activó sola, observo mis mensajes y encuentro uno de mi amigo Douglas, informándome la hora y el lugar de nuestra reunión. Yo muy contento por no ir a estudiar me alisté y sin contratiempos salí de mi casa.
El punto de reunión estaba considerablemente lejos de mi casa, y puesto que no teníamos carro para transportarnos decidimos irnos (Douglas y yo) en transporte público. Llegué y vi a mi amigo, todo normal, observé las bolsas de mi pantalón y todo estaba en su lugar. Tomamos otro bus para llegar al centro de reunión, el centro comercial Tikal Futura. Estando dentro de la camioneta, yo iba muy confiado por ir con Douglas (grave error), llegamos a nuestra parada y nos bajamos del bus.

Mi sorpresa fue observar las bolsas mi pantalón y ver que me faltaba algo: lo primero que pensé fue en mi teléfono, desafortunadamente tenía razón. Mi teoría es que en un momento de desesperación por parte de las personas por querer bajar de la camioneta,  me descuidé y tomaron el teléfono de la bolsa de mi pantalón. Me sentí triste, o algo así por el teléfono, y por Guatemala ya que hoy en día una persona no puede ir tranquila por la calle, pero eso es historia aparte, el teléfono ya no existe más.

Siguiendo con nuestra travesía con Douglas, finalmente llegamos al centro comercial. El motivo de la reunión fue para hacer un trabajo del Colegio, que involucraba un elevador. Con excepción del robo de mi teléfono, todo lo que pasó el resto del día fue genial, y sé que nunca olvidaré ese día.
Esto fue lo que pasó: llegamos con Douglas y teníamos que esperar a que los demás llegaran, estuvimos observando las vitrinas de los distintos locales deportivos. Decidimos ir a McDonald’s a comer algo, un helado no nos cayó mal.  César llegó entonces y ya éramos tres, y luego Fátima, un par de bromas y Mynor apareció.

Decidimos entonces hacer  el proyecto, fuimos hasta el piso de abajo y nos pusimos frente al elevador, un par de fotos para demostrar nuestra presencia, decidir quién iba a ser el sacrificado(el muñeco de prueba), que finalmente fue Douglas, y luego a trabajar, fue algo rápido, sin mencionar nuestra pereza por trabajar.  Lo hicimos en aproximadamente 8 minutos, algo inusual sin duda. Saliendo del elevador nos propusimos hacer algo, el problema es que no sabíamos que hacer.
Se propusieron muchas iniciativas (nótese el sarcasmo): jugar boliche, jugar billar, ver una película, jugar Gotcha; pero todas y cada una de ellas tenían un pero. Estnado en el área de juegos y los cines, sentíamos en el piso se movía, alguien dijo que estaba temblando y todos observamos a las demás personas. Nos pareció extraño peus nadie se movía. Decidí entonces ir a preguntarle a un cajero ¿qué era lo que pasaba? Y me respondió que debido a un evento en el piso de arriba eso sucedía constantemente. Finalmente alguien dijo vamos a jugar Gotcha, creo que fui yo, pero Fátima dijo instantáneamente que no, entonces pensé en convencerla, claro porque yo quería pegarle con las balas de goma. Fuimos a ver los precios y vimos que tenían láser, algo que nadie había jugado antes.

Decidimos intentarlo, entonces nos dieron las armas, algo pesadas por cierto, nos dieron instrucciones y entramos al campo de juego. Es sencillo –exclamé- el que dé más gana. Apagaron las luces y me sentí narcotraficante o sicario. Los disparos empezaron claro que nadie iba a salir lastimado pero se sentía tan real. Me sentí dentro de un videojuego (Counter Strike), corrí como pude y me refugié detrás un inflable. Fueron momentos intensos, descubrí un truco para disparar rápido el gatillo pero no me funcionó del todo bien. Fue increíble jugar a ciegas, y por momentos observar gracias al reflejo de la luz que venía del exterior, a mis amigos corriendo y disparándose. Douglas, caminaba tranquilamente y disparaba sin piedad a quemarropa. Fátima la típica niña que no mostraba experiencia alguna. Mynor que estuvo bien escondido ya que no recuerdo haberle dado, y César que fue de los mejores junto con Mynor.

Al final Mynor ganó ya que impactó más veces y fue menos impactado. Pero eso es lo de menos, ya que nos quedó una gran anécdota a todos, pues fue la primera vez que hicimos algo juntos de esa magnitud. Al salir todos desorientados y sudados por cierto, caminamos desorientados y sonriendo, me sentí como un paseante (según Unamuno: Paseante es aquella persona que camina sin un destino fijo, a diferencia de Caminante que sí posee una meta y un rumbo).La sed en todos nosotros era inminente, y habiendo recorrido parte del piso en el cual nos encontrábamos, finalmente nos topamos con una máquina expendedora de bebidas, luego de pelear por 5 minutos ya que no aceptaba nuestros billetes y se tragaba las monedas, obtuvimos las tan preciadas gaseosas para saciar nuestra sed. :3

Era hora de comer y decidimos ir por algo, todos estuvimos de acuerdo en ir a comer Taco Bell, en donde claro, fui excluido del grupo por un momento ya que no me quisieron dar lugar en la mesa, finalmente nos sentamos todos y estuvimos conversando, era hora de regresar a casa. Todo sin novedad en el regreso, solamente mucho tráfico por las avenidas principales, y con la mala suerte de regresarme en la misma unidad (bus) en la que me habían robado el celular.

Al regresar a casa le expliqué todo a mi madre, observé que el equipo que apoyo (Real Madrid) había ganado por goleada sin su máxima estrella Cristiano Ronaldo. Y que el FC Barcelona había perdido, brindándonos a nosotros los madridistas la oportunidad de estar primeros en la tabla. Al momento que escribí esta entrada, el partido del otro rival de la Liga de España, el Atlético de Madrid estaba jugando e iba perdiendo 3-0, con lo que mi equipo favorito va puntero en la Liga.
Pese a haber sido víctima de robo, todo lo que sucedió en ese día, (Ayer sábado 22 de Febrero) fue genial. Un día que sin duda nunca olvidaré, gracias a las personas que lo hicieron especial. Mynor, César, Douglas y Fátima, mil gracias.  

domingo, 16 de febrero de 2014

Amigos del Alma


Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien las merece nunca te hará llorar. 
Amigo no es aquel que seca tus lágrimas, sino quien evita que las derrames.
  

Nunca fui de esas personas que tienen mejores amigos desde pequeños y con quienes comparten día a día. En realidad nunca tuve muchos amigos, solo compañeros,  los puedo contar con los dedos de la mano, porque cuando creía haber encontrado un amigo o empezaba a formar un lazo de amistad, algo ocurría e impedía que esa amistad se desarrollara. 

La verdad esta frase "Amigo no es aquel que seca tus lágrimas, sino quien evita que las derrames" me ha hecho pensar en quién es mi amigo, o amiga realmente. Podría hablar fácilmente de Fátima ya que ella es una de las personas que más me apoya, pero ya lo he hecho en otras ocasiones así que pese a saber que ella siempre estará para mí cuando la necesite, omitiré hablar de ella en esta entrada. Así que eso me hizo pensar otra vez, ¿Quién (hombre) puede ser ese amigo que me brinda su apoyo y al cuál aprecio tanto? 

La respuesta no fue fácil, pero algo me dijo dentro de mi corazón que debía hablar de él. Es gracioso porque compartimos los mismos gustos, los mismos intereses, las mismas pasiones y hasta hoy en día no me había dado cuenta de lo valioso que es para mí. 

Una persona a la cuál admiro mucho por su intelecto y sabiduría, esa persona que es mi compañero en el bus, esa persona que me hace reír, y que me apoya siempre que lo necesito y siempre que me siento mal. Es una persona que vale oro, y es de las que se encuentran muy pocas veces en la vida. 

A pesar de que a mi padre no le agrade su corte de cabello, y que piense que es como un marero, yo sé que mi amigo no tiene nada malo y que es una buena influencia para mí. Espero que esa amistad que hemos cultivado juntos jamás se termine.
El marero, el bombón, Walton,  el Smiley, el hachero, Dooooglas, esa persona que ha marcado mi vida y que sé que siempre estará para hacerme reír incluso en las peores circunstancias., es uno de mis mejores amigos y no quiero perder su amistad por nada del mundo. 

Te quiero vos Douglas.  :D

domingo, 9 de febrero de 2014

«…Antes de que tú llegaras yo ya vivía enamorado de ti…»

iCuando llega el amor todo cambia, las cosas se ven diferentes, la esperanza surge aún en los problemas y los proyectos comienzan a engrandecerse. Todo cambia  cuando llega esa persona especial a tu vida, más aún cuando la buscaste por bastante tiempo.

Todos alguna vez hemos estado enamorados, quizás de la persona indicada o de la persona equivocada. Existe una gran diferencia entre amar y ser amado, ya que para mí la definición de felicidad es exactamente eso: una combinación de los dos.

Estar enamorado y ser correspondido es maravilloso porque al fin, después de mucho tiempo, se encontró a esa persona que complementa tu existencia, que hace que miremos las cosas con diferente color. Qué hermoso es estar en una relación, ser feliz, amar, sonreír, compartir juntos sin importar lo que diga el mundo. Pero por otro lado,  qué triste y doloroso es amar y que no te amen. El mundo se torna gris, todo te da vueltas, te atormentas y sufres cada día más, pero mantienes la esperanza, por más mínima que sea, de que algún día llegues a ser amado.

Casi siempre trato de verle el lado positivo a la vida, es por eso que encuentro a eso de “no ser amado” un poco divertido e interesante. Encuentro genial eso de tener un crush en alguien, es decir puedes: amar en silencio, no tenerle miedo a nada, permitir que tu corazón se acelere cuando escuchas su nombre; ver a esa persona y dejar de respirar por un momento, poder perderte en su mirada, suspirar cuando te recuerdas de su existencia. Todo esto es hermoso, pero tiene su precio y es: no ser amado.

Por cierto la palabra crush según sé, es usada para representar a una persona que nunca te amará por la que sientes atracción. “Crush” traducido al español es “triturar, o aplastar”, que explica el porqué del uso de la palabra. En conclusión te sientes aplastado o triturado (crushed) cuando no te ama esa persona especial.

Es increíble cuánto puedes llegar a querer a una persona, es increíble cuánto te puede gustar esa persona, pero es más increíble lo que puedes llegar a hacer por esa persona. Por eso cuando tuve la oportunidad de escribir sobre el amor,no dudé ni un segundo en escribir acerca de ella.

Muchas palabras surgieron de mi corazón al pensar en ella, espero que algún día ella pueda leerlo y también espero que se dé cuenta, de cuánto sufrí y cuánto la amé.

Inspirado en un fragmento de Julio Cortázar:

«…antes de que tú llegaras yo ya 

vivía enamorado de ti…»

y mi corazón fuertemente palpitaba 

esperando que sientieras lo mismo por mi.


Un suspiro, una palabra, una mirada,

un sueño del cual no quería despertar

y verte en el contorno de mi alma reflejada,

siempre tan inocente, siempre tan delicada,

esperando que algún día me llegaras a amar.


Lágrimas y sufrimiento se ven reflejados, 

de pronto la esperanza se desvanece, 

pero es imposible aceptar que estamos separados,

si sé vida mía que mi corazón al tuyo le pertenece.


A Dios doy gracias por conocerte 

y poder admirar tu verde e inconmensurable mirada,

pues a pesar de nunca a mi lado tenerte,

eres, fuiste y serás por siempre mi amada.


Con esto solo quise demostrar, el gran sentimiento que tengo hacia ella, y para mí siempre será la persona más perfecta que existe, sin importar que ella no piense lo mismo de mí.

PD. Si algún día lees esto solo quiero que sepas que eres para mí  sinónimo de perfección, te admiro por cómo eres, siempre te voy a querer.


Tuyo, Francisco Lezana

domingo, 2 de febrero de 2014

Mi primer Gol

Como todo buen jugador de fútbol existen momentos buenos y malos, de gloria y de decepción, pero si algo no se olvida son los momentos en los que sientes que estás en la cima de y gritas con euforia para celebrar. No recuerdo que día fue. Pero pasó, eso sí. Muchos goles anotados “callejeramente” o en el colegio, claro estos no contaban. Pero si algo no olvidaré nunca es cuando anoté mi primer gol en fútbol 11. Estaba en 2do Básico, era el estudiante que quería sobresalir pero debido a su falta de interés en el estudio se concentraba en otras cosas como el fútbol.

Yo jugaba en los campos del Roosevelt, jugaba como delantero, claro no era el mejor, pero no olvidaré la sensación de anotar.

Empecemos recordando mis primeros pasos en el fútbol, claro no era un crack jugando pero yo tenía el deseo de hacerlo, mi amigo Jose Andrés y yo fuimos a Aspire Football Dreams, buscando jugar un poco e incursionar en el deporte, pero yo jamás había jugado fútbol 11, es decir en un campo grande de 11 jugadores contra 11. ¿Yo? ¿Fútbol 11? Recordé entonces que mi papá quiso involucrarme en el deporte desde niño, pues él siempre ha sido un fanático y gracias a él es que yo amo el fútbol.

En fin, asistí a un entreno de Aspire Football Dreams en el cuál un entrenador nos ofreció a mi amigo y a la oportunidad de jugar en un equipo llamado Club Atlético Nacional, número de Camisola: 26. Mi primer juego fue en Chiquimulilla, Santa Rosa. Pero no sé cómo, ni cuando, solo sé que pasó. Un domingo jugando contra un equipo X, el equipo iba perdiendo por un marcador mínimo, condiciones ideales para que anotara cualquier jugador y salvar al equipo. 

Entonces me encontraba corriendo, el equipo tenía la posesión del balón, abren por la izquierda con Cristian, un jugador clave que le levantaba la moral al equipo, se perfila y me vio entonces, yo corrí entre los defensas el hizo un pase desde medio campo, un pase justo para mí. Me escabullí por entre los defensas y el portero salió al ver la posibilidad de alcanzar el balón y atraparlo en el aire, para mi fortuna le gané la espalda a los defensas y con un simple toque desacomodé a la defensa y al portero mismo, la portería libre, el portero vencido y yo había abierto la jugada hacia la izquierda, con dos toques más me acomodé para disparar al marco, no me sentí seguro de mi potencial así que quise asegurar el gol, conduje el balón por dos metros más por lo menos. Y disparé, con una barrida fallida del defensa y la mirada de incredulidad del portero, el balón se fue raso y entró en la portería.

Y me sentí feliz, uno de los mejores momentos de mi vida, ese día ganamos el partido con una remontada que no se da todos los días, encaminando el equipo a la victoria. Recuerdo un “Bien hecho” de mi entrenador, esto me inspiró a seguir adelante.